Nacionales.- En un emotivo mensaje dirigido al pueblo dominicano con motivo del Día de la Altagracia, la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, resaltó la importancia de la devoción a Nuestra Señora de la Altagracia como fuente de paz, fe y esperanza para enfrentar los desafíos de la vida.
“La Madre nos conduce siempre hacia la voluntad del Padre. Le pido de corazón que nos acompañe y nos ilumine con su sabiduría. En manos de la Virgen de la Altagracia ponemos el servicio que hoy ofrecemos a nuestro país”, expresó Peña, destacando el papel protector e intercesor de la patrona del pueblo dominicano.
La vicepresidenta compartió su testimonio personal sobre la gracia que se recibe al confiarse a la Virgen María: “He sido testigo de la gracia que se recibe bajo su protección. Acoger a la Virgen como madre trae esa paz que supera todo conocimiento porque viene de Dios. Ella, modelo de creyente, nos enseña que en medio de las situaciones retadoras podemos salir fortalecidos en la fe y mantener firme la esperanza.”
Peña subrayó que la esencia de esta devoción radica en una oración sencilla y confiada que da frutos, siempre con el propósito de servir con humildad.
“El acercamiento a la Virgen María, en la vocación a Nuestra Señora de la Altagracia, nos ayuda a profundizar en el amor y la bondad de Dios a través de su intercesión.”
Expresó además su deseo de unión y fe para el pueblo dominicano: “Unida al pueblo dominicano, vivo la devoción hacia nuestra protectora. Deseo que, a través de los signos de su presencia, se siga fortaleciendo la fe de los creyentes.”
La celebración del Día de la Altagracia, el 21 de enero, reúne a miles de devotos en la Basílica de Higüey y en todo el país, reafirmando la profunda conexión espiritual de los dominicanos con su patrona.
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