Salud (Francisco González Tomadin).- El café descafeinado, una alternativa para quienes desean limitar su ingesta de cafeína, sigue siendo objeto de estudio en cuanto a sus efectos en la salud. El proceso para eliminar la cafeína de los granos de café puede realizarse mediante varias técnicas, como por ejemplo el método suizo, que utiliza únicamente agua, o procesos basados en dióxido de carbono y solventes químicos como el metileno cloruro o el acetato de etilo.
El doctor Carlo La Vecchia, profesor de la Universidad de Milán y experto del Instituto de Información Científica sobre el Café, mencionó a Telegraph, que aunque algunos consumidores puedan desconfiar de estos solventes por su toxicidad, los niveles de residuos en el café final son considerados seguros por los expertos y se mantienen en niveles mínimos.
A pesar de su nombre, el café descafeinado no está completamente libre de cafeína; contiene una pequeña cantidad, generalmente entre 2 y 5 mg por taza, mucho menor que los 95 mg presentes en una taza promedio de café regular, como explica Healthline. Aunque para la mayoría de los consumidores esta cantidad residual no representa problemas, podría ser un problema para personas muy sensibles a la cafeína. Esto significa que, aunque el descafeinado sea más seguro para quienes buscan reducir los efectos estimulantes del café, no es una opción totalmente exenta de cafeína.
Uno de los principales beneficios del café descafeinado es que permite disfrutar de los efectos antioxidantes de la bebida sin los efectos secundarios de la cafeína, especialmente en personas que experimentan nerviosismo, insomnio o ansiedad. Healthline destaca que los antioxidantes en el café, como los ácidos hidroxicinámicos y los polifenoles, tienen un papel importante en la reducción de los daños oxidativos y podrían ayudar a prevenir enfermedades como el cáncer, la diabetes tipo 2 y afecciones cardíacas. Aunque el proceso de descafeinación puede reducir la cantidad de antioxidantes hasta en un 15%, el café descafeinado sigue siendo una buena fuente de estos compuestos. Además, este contiene pequeñas cantidades de nutrientes esenciales como magnesio, potasio y vitamina B3, que se acumulan al tomar varias tazas durante el día.
A nivel de sabor, es común que el café descafeinado pierda algunas características de sabor y aroma debido a los procesos de extracción de cafeína. Aunque los avances en las técnicas de descafeinación han mejorado el perfil de sabor en los últimos años, muchos consumidores aún lo perciben como menos complejo y con un perfil “plano” en comparación con el café regular. En este aspecto, la experiencia sensorial puede verse afectada para aquellos que buscan la intensidad del sabor típico del café con cafeína.
El café descafeinado también muestra efectos positivos en la salud mental y neurológica, ya que contiene compuestos como el ácido clorogénico, asociado a beneficios neuroprotectores. La Vechia contó al Telegraph que estudios en animales sugieren que esta sustancia podría mejorar la capacidad del cerebro para procesar la glucosa, ayudando a reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Aunque la evidencia en humanos aún es limitada, estos hallazgos son prometedores y sugieren que el descafeinado podría aportar beneficios a largo plazo en la función cognitiva, similares a los del café regular.
Por otro lado, quienes consumen café descafeinado también pueden experimentar menos síntomas de acidez o reflujo ácido, problemas comunes entre los consumidores de café. Healthline destaca que es una alternativa más suave para el sistema digestivo, lo cual podría ser beneficioso para quienes padecen trastornos gástricos.
En cuanto a los efectos negativos del café descafeinado, una de las críticas más comunes se refiere a la posible presencia de residuos de productos químicos en el café final cuando se utilizan métodos de descafeinación basados en solventes. Según Healthline, aunque estos residuos son mínimos y están regulados para ser seguros, los consumidores más conscientes de su salud pueden optar por marcas que empleen métodos libres de productos químicos, como el proceso suizo o el uso de dióxido de carbono. Además, si bien el café descafeinado es seguro para el consumo, no se recomienda abusar de él; los expertos sugieren limitarse a un consumo moderado para evitar posibles efectos adversos, incluso en cantidades muy pequeñas, debido a la cafeína residual.
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