La Cafetera, el negocio que fue refugio de músicos, intelectuales y poetas, cerró sus puertas tras 92 años de historia.
El lugar, que sirvió de inspiración para muchas obras visuales del artista José Cestero y que era habitual encontrarlo allí, había pasado por múltiples dueños y mostraba un notable deterioro que, sumado al descuido de la calle El Conde, fue perdiendo la magia que lo hizo ser el centro de importantes tertulias.
Es conocido que don Pedro Mir recitaba allí los versos de su reconocido poema “Hay un país en el mundo”, además de las encendidas discusiones que se generaban con las reacciones de otros poetas y críticos.
Ubicada en una vivienda colonial entre medianeras, su principal motivo arquitectónico son sus tres balcones metálicos muy al estilo art nouveau, con sus rejillas trenzadas y sus sirenas esquineras.
Fundada en 1930 por Don Benito Paliza, quien puso en El Conde otro local, el Café Paliza, de acuerdo a los planos de un proyecto reforma firmado por Auñón y Ortiz en 1944.
- La Cafetera fue utilizada para tertuliar por un grupo de exiliados republicanos españoles que ingresaron al país en 1939 durante la dictadura trujillista, en un momento que una tertulia era vista con ojeriza por los cancerberos del régimen.
Desde ese momento La Cafetera se convirtió en ese espacio para reuniones de intelectuales y políticos de izquierda.
«Recuerdo siempre cuando el desaparecido escritor, “contradictor de paradigmas”, como el mismo se definía, Pedro Peix, dejaba en La Cafetera sus artículos fotocopiados luego que le prohibieran su columna en uno de los principales periódicos dominicanos por uno de esos artículos contestatarios».
La laureada escritora Jeannette Miller, en un artículo sobre la vida y obra del recordado escritor Marcio Veloz Maggiolo (1936-2021), hizo referencia a sus días en La Cafetera, en la década de los 60, donde tuvieron la oportunidad de coincidir.
En el texto, reseñado por la Revista Global, Miller dice lo siguiente:
- «Durante la semana, cuando ya era de noche, salíamos de la cafetería ubicada en El Conde, casi esquina 19 de Marzo, Marcio se iba con René probablemente a conversar sobre canciones y boleros, de los que Marcio era fanático y a los que René escribía las letras».
Subraya que cuando el pintor Silvano Lora fundó Arte y Liberación en 1962, ella tenía 18 años y un bonche de amigos nuevos como Miguel Alfonseca, José Ramírez Conde —Condecito— y Jacques Viau, se unían al grupo al que pertenecían René del Risco, Antonio Lockward, Juan José Ayuso, Grey Coiscou, Rafael Añez Bergés, entre otros, y los lugares elegidos eran el estudio de Condecito o las cafeterías de la calle El Conde para «comentar los libros que habíamos leído, principalmente poesía«.